Eres aquella persona que me hace ver mis errores y también acepta lo suyos, la única que sabe lo que voy hacer y me “critica” cuando ve algo malo en mi actuar.
Si alguna vez te lastimé, déjame decirte que lo siento de todo corazón, no lo quise hacer.
Pero si un día te vas, espero no olvides a tu amiga sin igual, aquella que te acompañará aunque sea solo en tus recuerdos.
Siempre pensé que nuestra amistad sería especial, que sería capaz de sobrepasar la barrera del tiempo; que vería pasar estaciones incontables; sabes, tenía tantas expectativas puestas en ti; necesitaba tanto alguien en quien confiar…
Siempre supe que ambas teníamos cosas que enseñarnos, que la vida nunca se equivoca, que nos tenía sorpresas preparadas y sin duda no creo haberme equivocado…
Tú sabes que para ti seré tu amiga para siempre. ¡Sabes por qué?
Por tus consejos, por nuestras travesuras, nuestros enojos, nuestras
penas, nuestras alegrías y miles y miles de sentimientos que años tras años se han ido formando y que nunca olvidaré.
Fraternidad, hermandad, complicidad, son las palabras que se adecuan bien para definir nuestras vidas.
Nuestra amistad, querida, no la regalaría a nadie ni la olvidaría por nada del mundo.
Tu gran amiga .