Carta para mi madre
Querida mamá, pensando en ti me doy cuenta del privilegio que supone ser tu hija, eres muy valiosa para mí, con tus sacrificios, tus horas sin dormir, y estando siempre a mi lado.
La verdad es que te amo, y siempre lo haré. Mamá, eres mi fiel amiga y consejera, eres la luz de mi vida.
Mi alegría es eterna por tenerte a mi lado y poder darte un beso cada día.
Jamás alcanzaría a darte todas las gracias que realmente mereces, gracias porque junto a ti aprendí el significado de la palabra más hermosa: AMOR.
Mamá eres muy valiosa, por algo Dios te dio el don de llevar una vida en tu vientre, y sacar adelante a tus hijos como lo has hecho.
Hoy te quiero decir que te amo muchísimo, sé que ser madre es una bendición… pero ser tu hija, más aún…
Agradezco a Dios tener una madre tan buena y especial como lo eres tú.
Quiero disfrutar de esta bendición todos los días, abrazarte a diario y gozar de que estés a mi lado.
Mamá, tú eres mi mejor amiga, mi vida no sería nada sin ti, dulce madre mía, solo le pido a Dios, que te dé mucha vida para tenerte siempre como mi única y fiel amiga. Te quiero.
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